El pasado día 18, Pedro, Pino, Álvaro y Lara estuvieron en Priego de Córdoba, en la 1ª subida vertical al pico Tiñosa, el punto más alto de la provincia con 1570 m. Pedro y Pino en la modalidad de senderismo, en un recorrido de 10km; y Álvaro y Lara en categoría parejas mixtas, con 22km y 1100 m de desnivel positivo.
Para Lara y Álvaro la carrera fue caótica de principio a fin, algo que explicaremos poco a poco, pero creemos necesario transmitirlo tal como pasó, no sólo narrar las carreras que salen bien. Lara pasó una mala noche, con vómitos y fuertes dolores intestinales; y sin poder asimilar ningún alimento. Ya por la mañana la cosa no mejoró, así que una vez en la Fuente del Rey, punto de partida de la carrera, hubo dudas con respecto a si tomar la salida o no, pensando que quizá una vez comenzáramos a rodar la cosa mejoraría. Finalmente tomamos la decisión de salir e ir viendo como reaccionaba el cuerpo.
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| Fuente del Rey, lugar de la salida. |
Los primeros 2 km fueron neutralizados, subiendo hasta la parte alta del pueblo. El ritmo durante el neutralizado era muy asequible, pero cuando no hay energía en el cuerpo es muy difícil. Una vez arriba se dio la salida, pero la cosa no pintaba bien. Al paso por el primer avituallamiento, en el km 3 se pensó en abandonar. Unos metros adelante, Lara me suplicaba que siguiera, que hiciera mi carrera, pero yo lo tenía muy claro: si ella continuaba yo seguiría con ella hasta el final, y sólo si abandonaba continuaría yo solo. En ese momento, ya en cola de carrera, Lara intentó tomarse un gel, que volvió a rechazar. Tras unos largos y tensos 5 minutos de decisión, quedamos en que Lara bajaría y se quedaría en el avituallamiento y yo continuaría.
Aquí comenzaba mi carrera en solitario, con un cúmulo de pensamientos y sentimientos rondando por mi cabeza: la inseguridad de seguir solo cuando no era lo que estaba planeado, de no saber cómo estaría mi compañera, de tener que rodar un tiempo solo antes de coger a los siguientes... Sin embargo, me concentré en lo único que estaba en mi mano, correr...
Por el km 6 ya comencé a coger gente, y ya en el segundo avituallamiento (km 7), más aliviado, vaso de isotónica y a comenzar la zona más dura de la subida hasta la cima. Durante toda esta parte, apretando bien los dientes, pasaría a unas 40 personas, lo que me dio más fuerzas para seguir. Prácticamente arriba, sólo quedaba llanear un poco por la cresta hasta llegar al vértice geodésico, que ya se divisaba. En esta zona, ya comencé a sentir una molestia en el hueco poplíteo al flexionar la rodilla. Me paré en varias ocasiones a intentar estirar, pero sin resultado. En ésto llegué al vértice, y comenzó el descenso. La molestia en la rodilla se convirtió en dolor, tenía que llevarla extendida para que no me doliera. Todo lo que había remontado para nada, se me vino el mundo abajo, y comenzó a pasarme gente que antes había pasado yo en la subida.
Entonces se convirtió en una lucha por llegar al próximo avituallamiento. Iba bien de piernas, pero no tenía sentido seguir sufriendo y agravando una posible lesión. Más adelante, me encontré con Pedro y Pino, que me hicieron buena compañía durante parte de la bajada.
En el siguiente avituallamiento, en el km 12 me retiré, y tras pasar por las asistencias de Cruz Roja, me enteré de que tenía un esguince en el ligamento cruzado posterior de la rodilla...
Tras bajar de nuevo al punto donde estaba la meta, me reencontré con Lara que estaba esperándome, y entonces me enteré que ella después de bajar al avituallamiento del km 3, se arrepintió y continuó hasta el Km 7, donde el dispositivo de Protección Civil le recomendó encarecidamente que no continuara.
Por su parte, Pedro y Pino decidieron continuar hasta Priego de Córdoba a pie, en vez de regresar en el autobús habilitado para los senderistas, haciendo finalmente unos meritorios 15km.
Fue una experiencia que aunque nos costó a los dos sudor y lágrimas asimilar, nos sirvió para enseñarnos a nosotros mismos que no todo puede salir bien, y que tras un fracaso como este sólo queda levantar la cabeza y mirar hacia delante, aún más fuertes de lo que éramos: lo que no mata, hace más fuerte.
Ante todo felicitar a la organización, por una bonita carrera que además estaba muy bien montada, con un balizado excelente; y dar las gracias al dispositivo de Protección Civil, Cruz Roja y voluntarios, que tan bien se portó con todos. También, tenemos que dar las gracias a Pedro, Pino y a su familia, que nos procuró una cálida acogida en su casa de Priego la noche anterior a la carrera.
Damos la enhorabuena al campeón de la prueba: Zaid Ait Malek, que completó el recorrido en un impresionante tiempo de 1:40 h, y cuya sonrisa nos cautivó a todos.
En los siguientes enlaces podéis ver más fotos de la carrera:
galería 1,
galería 2,
galería 3,
galería 4 y
galería 5.
¡Un saludo a todos! =D
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